La razón por la que soy masajista es pensar que en esta vida hay muchas cosas malas, y por ello, me gusta aportar mi granito de arena para traer algo bueno a mi entorno. Creo que realmente es el mejor trabajo que nadie pueda desear.
Poder ver como una persona llega a mi consulta con dolor y verla salir de ella con una sonrisa y que me digan lo bien que se sienten, me parece algo increíblemente hermoso y bueno.
Que una hora de mi tiempo pueda hacer que esa persona se olvide de sus dolencias y sea feliz… En ese instante pienso que estoy aportando algo bueno a la sociedad.
Si todos compartimos un poquito de lo que nos hace felices, creo que las cosas pueden mejorar.
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